ANTIAGREGACIÓN. ASPIRINA. CLOPIDOGREL. PRASUGREL.
En determinadas situaciones, cuando existe cierto riesgo (ligero a moderado) de que se forme un trombo que pudiera causar una complicación cardiovascular (infarto de miocardio, accidente vascular-cerebral) o incluso la muerte del paciente se receta un tipo de medicamento que se conoce como antiagregante.
El término antiagregante hace referencia al fenómeno de agregación plaquetaria que da lugar a la formación de un trombo que evitará el sangrado tras una lesión o una herida. En algunos pacientes de mayor riesgo el trombo podría causar la obstrucción de la luz de una arteria o de una vena y con ello una complicación cardiovascular de mayor o menor gravedad.
Las plaquetas. Son los elementos formes de la sangre de menor tamaño. A diferencia de otros elementos de la sangre, como los glóbulos rojos o los glóbulos blancos, las plaquetas carecen de nucleo. Salen a la sangre sin almacenamiento previo y hasta un tercio del total se encuentran acantonadas en el bazo. Se encuentran repletas de gránulos de sustancias que participan en el fenómeno de la hemostasia primaria, el primer paso para la formación del coágulo.
Ante el daño/lesión del endotelio, la capa de células que recubre la pared interna de los vasos, las plaquetas se adhieren directamente a una sustancia que queda expuesta llamada colágeno. Rápidamente las plaquetas se activan y comienzan a secretar sustancias vasoconstrictoras y a formar puentes entre ellas que darán lugar a un agregado de plaquetas al que llamamos trombo o tapón plaquetario.
Este fenómeno conocido como hemostasia primaria es la forma mediante la cual el cuerpo detiene inicialmente una hemorragia. Sin embargo pese a ser un fenómeno fisiológico y vital, cuando el paciente padece de aterosclerosis (placas de ateroma o colesterol en las arterias) tendremos que atenuar la capacidad de agregación de las plaquetas para evitar el infarto de miocardio y el accidente vascular cerebral.
La rotura o fisura de una placa de ateroma que causa la formación de un trombo es la primera causa de síndrome coronario (angina, infarto de miocardio).
Aspirina, Clopidogrel, Prasugrel. Son medicamentos antiagregantes cuya función es atenuar o disminuir la capacidad de agregación plaquetaria para prevenir un primer episodio o un nuevo evento cardiovascular (angina o infarto, por ejemplo). Quizás usted este tomando alguno de estos medicamentos tras haberle encontrado aterosclerosis en las arterias carótidas, o tras haber sufrido una angina de pecho, un infarto o un accidente vascular-cerebral.
FENÓMENO DE RESISTENCIA A LOS ANTIAGREGANTES
Entre un 5% y un 45% de los pacientes que toman aspirina no se encuentran correctamente antiagregados. En el caso del clopidogrel la resistencia afecta entre un 4% y un 30% de pacientes. La resistencia de nuestro organismo a los fármacos antiagregantes y por tanto un efecto reducido de los mismos se ha asociado a un aumento de las complicaciones cardiovasculares.
La resistencia a los antiagregantes se mide mediante una sencilla prueba de laboratorio.
ABANDONO DEL TRATAMIENTO ANTIAGREGANTE
En 2011 publican en la revista de Neurología Stroke los resultados de un estudio cuya intención era estimar cuantos eventos cerebrovasculares, ictus, se producen con motivo del abandono de la medicación antiagregante o anticoagulante. Se revisaron 2197 pacientes que habían presentado un ictus isquémico valorando cuantos pacientes nunca habían tomado la medicación, cuantos si la estaban tomando en el momento del ictus y cuantos la habían tomado previamente pero la habían abandonado dentro de los 60 días previos al ictus. Descubrieron que hasta un 5,2% (110 pacientes de 2197) de los ictus se podían atribuir al abandono de la medicación. También observaron que habitualmente el ictus se produce en los 7 primeros días tras el cese del tratamiento.
Actualmente se recomienda reiniciar la medicación antiagregante o anticoagulante lo antes posible tras una cirugía u otro evento que haya motivado la retirada.
Si desea más información puede solicitar una visita en el teléfono 971 36 90 80 (Maó) o 971 38 66 48 (Ciutadella) o a través de nuestro formulario de contacto.
info@cardiomenorca.es